El desarrollo de biocombustibles sostenibles está en un punto crucial. Son clave para descarbonizar el transporte, especialmente en la aviación y el transporte marítimo, y complementan los vehículos eléctricos y la eficiencia energética. Sin embargo, su implementación a gran escala genera preocupaciones, ya que su beneficio climático depende de la intensidad de carbono en su producción. Se necesitan marcos regulatorios sólidos y cálculos científicos transparentes para atraer inversiones. Este estudio, en apoyo a la presidencia del G20 de Brasil, analiza estos desafíos y las diferencias en la contabilidad del carbono de los biocombustibles entre regiones. Destaca la variabilidad de emisiones de GEI en su ciclo de vida, con el cambio de uso del suelo como un punto de controversia. Concluye que las políticas deben adoptar enfoques pragmáticos para mejorar continuamente la sostenibilidad de los biocombustibles.